18 abr 2011

Tarde en Alcalá con la SUB21.

9 de febrero, España-Colombia. Allí estamos las tres para ver jugar a la selección absoluta. Como quien no quiere la cosa, Clara dice "pues el 28 de marzo juega la sub21"...y las otras dos se apuntan sin pensarlo . Pero es una de esas ocasiones en las que no hay asegurado nada, es más, somos escépticas y pensamos que seguro no podremos (un examen, un trabajo, una mala hora...)

Conforme se acercaba la fecha, todo nos cuadraba. ¿La única pega? El partido se disputaba en Alcalá de Henares, sitio al que nunca habíamos ido. Pero para eso somos periodistas, y ya se sabe que preguntando se llega a Roma. Así que decidimos explotar nuestro puntito de locura e irnos a ver a la sub21 fuera donde fuese.

28 de marzo. Tras un viaje en metro, tren y bus, conseguimos llegar al pequeño estadio. Nos mezclamos entre la multitud que esperaba la llegada de los jugadores. Un par de saludos vagos con la mano por parte de éstos, y se acabó.

Una vez en el estadio, comenzó la lluvia fría y tonta que te cala los huesos (la llovizna, que es peor que la propia lluvia en sí) Y resistiendo 1hora, por fin comenzó un partido sin anécdotas destacables.

Pitido final. 1-1. Las 22.30. "¿Nos arriesgamos a quedarnos para ver si salen?" La razón nos dice que lo lógico es irse ya, no sabemos si tendremos problemas o no para volver a la capital. Y es tarde. Pero la pasión futbolera es más fuerte, y nos empuja a agolparnos frente a las vallas de seguridad.

Poco a poco, van saliendo los jugadores de Bielorrussia. Después de un rato, comienzan a salir los nuestros. Muchos de ellos suben directamente al autobús; y los pocos que no lo hacen firman los autógrafos por el lado contrario al nuestro.

La afición se enloqueció cuando salió Bojan. Un griterío incomprensible surgió de todos los rincones. Y nosotras no íbamos a ser menos, así que gritamos también. Bojan saludó brevemente con la mano, y subió al autocar. Con las esperanzas de verle cerca ya agotadas, no se nos ocurrió otra opción que seguir coreando su nombre, sabiendo que tendríamos una imagen de histéricas desde el interior del autobús. Es más, Yaiza, madridista a muerte, se vio cantando el himno del barça en un intento desesperado para captar su atención (ante la mirada atónita de Patricia y sus comentarios de "esto lo voy a poner en el estado de tuenti!!!")

Un cámara y un repotero de TVE se colocaron delante nuestra, y Bojan bajó para concerder la entrevista. Por fin teníamos al jugador a unos pocos metros, tan pocos que pudimos apreciar su baja estatura y sus ojos verdes. Era el momento de gritar como nunca, y lo hicimos. Bojan nos miró varias veces, pero no se acercó a saludar y volvió a subir al transporte (a lo que Yaiza respondió con cánticos del Madrid)

Finalmente, las tres amigas volvimos a la capital a las tantas de la noche. Reventadas de todo el día en pie y de los viajes largos. Sin embargo, en el viaje de regreso, en un vagón prácticamente vacío, era imposible no hacer consideraciones sobre lo vivido. En resumen: nos encanta la vida de universitarias, nos encanta Madrid, nos encanta el fútbol, y esperamos vivir muchas aventuras más.

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