15 jul 2011

El Mundial en Las Palmas de Gran Canaria

Recuerdo que la incredulidad estaba reflejada en buena parte de los españoles. Habíamos pasado el peligro de quedarnos fuera ante Chile; el miedo a enfrentarnos a grandes rivales como Portugal; la incertidumbre ante Paraguay; la revancha de Alemania...y por fin llegó el día en que ESPAÑA debía terminar de imponerse y afrontar a los holandeses.

La mayor parte de los españolas (incluída yo) no llegamos a imaginar hasta dónde serían capaces de llegar este grupo de futbolistas enérgicos y jóvenes. Supersticiosos, nos fiamos más de la maldición de los cuartos que en nuestros propio estilo de juego. Además, no partimos como favoritos, a pesar de que el recuerdo de la Eurocopa de 2008 seguía latente.

No obstante, poco a poco comenzamos a ver que España podía hacer algo grande: formar parte de la historia en el mundo del fútbol. Por ello, la gente comenzó a reunirse para compartir el sentimiento como Nación. A hacer del fútbol una fiesta. Pasara lo que pasase, por lo menos disfrutaríamos de a dónde habíamos llegado.
(Afición Española)
En Las Palmas de Gran Canaria, horas antes del partido, los canarios ya se concentraban en los bares, casas, terrazas, centros comerciales, cafeterías, en el Lloret (punto de encuentro)...cualquier estancia con televisor era un buen lugar. En mi caso, acudí con mi familia al C.C.El Muelle. Un centro comercial situado en el puerto de la capital. Idóneo para estar en pleno ambiente, ya que se encuentra cerca de la playa de Las Canteras (en cuyo extremo está el Lloret) pero también cerca de la Plaza de la Victoria (donde se suelen celebrar las victorias deportivas)

Tras decidir en qué sitio se veía mejor el partido, acabamos en una terraza irlandesa. De irlandés solo tenía el nombre, porque en esta ocasión el ambiente era puramente español. Las mesas y sillas comenzaron a escasear y el sol daba de lleno a la pantalla, por lo que se reflejaba todo el entorno en el plasma y no se veía nada. Pero allí estaba mi padre. Apasionado del fútbol, como la mayoría que estábamos allí, se puso a ayudar a un joven camarero para situar una macro sombrilla blanca por encima de televisor. La hazaña concluyó en un coro de vítores y aplausos por parte de los clientes, que ya podían ver la previa con calidad.

El pitido incial, fue una señal para que los aficionados de todas las terrazas cesaran sus conversaciones y se centraran en el partido. No tardaron en aparecer los típicos cantos: "A por ellos oeeee" "España España!" "Illa Illa, Villa Maravilla!" "Iiiiiker Iiiiker!" Pero en un par de jugadas, la frustración dominó las emociones. El arbitraje no estaba siendo el adecuado ante la dureza del juego. Recuerdo que gran parte de los aficionados saltamos de la silla con De Jong y su patada voladora al pecho de Xabi Alonso. En resumen, el tiempo transcurría y fallábamos las ocasiones. Al finalizar el segundo tiempo, no pude más y me levanté. Vi la prórroga de pie, moviéndome de un lado a otro, y resoplando sin parar. Todo parecía que nos lo jugaríamos todo en los penaltis: máximo juego de azar. Hasta el min 116, en el que Iniesta nos hizo campeones!

El coro "GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLL!!!!!!" fue tan intenso que fácilmente se pudo escuchar en el otro extremo de la isla. Un  sonido que se repitió en diversos puntos del país. Probablemente la contaminación acústica española se disparó considerablemente. Los últimos minutos fueron de interminable espera pero con la sonrisa dibujada en los rostros españoles.

Al finalizar el partido, lo primero que hice fue llamar a mi abuela (culé hasta la muerte y objeto de muchas riñas conmigo al ser yo madridista) Sabía que estaría con mi abuelo, sentada en el salón, y ante ellos un picoteo del que poco faltaría por comer. Ambas nos emocionamos mucho, no pensábamos que fuese posible y menos en las circunstancias en las que había transcurrido el partido. Al colgar ya empecé a dar tokes a todo  amigo futbolero que se me ocurría. También nos abrazamos toda la familia presente en el bar, y mi hermana incluso se me enganchó al cuello de la emoción. Y fue la emoción al ver cómo Iker Casillas recogía la copa, la que hizo que los ojos se me llenasen de lágrimas que no quise sacar al sentirme tonta. Pero esa sensación en el estómago perduró.

La vuelta a casa estuvo llena de colorido rojo y amarillo y de gente que salió a las calles a celebrarlo. Los coches tocaban el claxon en un intento de imitar alguna melodía. Y dentro de mi coche, sólo se oía "NO ME LO PUEDO CREER!" Era yo. Parece mentira que haya pasado un año de aquello. Y que haya estado, meses después, frente a esa copa de oro (junto a la ganada anteriormente: la Eurocopa de 2008)

(Clara y Yaiza CopaMundialEspaña. 90enjuego)
(Yaiza y la Eurocopa España 2008. 90enjuego)


















El tiempo pasa volando y es en estos momentos cuando una piensa que la vida hay que aprovecharla sin pensar en el mañana. Disfrutando del presente, avanzando hacia el futuro, y recordando las emociones, como ésta, del pasado. Un recuerdo que nadie nos lo quita. El Mundial de Sudáfrica con su WakaWaka incluido, será siempre el Mundial ganado por España. Y desde entonces y hasta el próximo mundial,

somos campeones.
(España Campeona Mundial 2010)

Yaiza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario