La final en Corella (Navarra)

Emoción. Nervios. Alegría. Felicidad…y un sinfín de sentimientos son los que sentí durante la gran final del mundial de Sudáfrica.

El camino recorrido desde la Eurocopa nos hacía sentir que este era el momento de conseguirlo. Este era el año, esas eran las personas elegidas y mejor cualificadas para conseguir un título tan querido por generaciones y generaciones de españoles; que siempre, de una manera u otra, se habían quedado sin vivir el momento.

Habíamos sufrido para llegar al 11-J pero tras eliminar a grandes equipos ahí estábamos, frente a Holanda… 11 eran los jugadores de cada equipo que saltaron al campo y escucharon sus respectivos himnos nacionales…pero millones éramos los españoles que lo escuchábamos frente a la pantalla del televisor.

En nuestra peña (“cuarto” para los residentes de nuestra ciudad) estábamos mis amigas y yo, con camisetas de España y escuchando la previa y el himno atentamente (unas más que otras). El partido comenzó y creo que no he sentido tantos nervios como los sentí aquel día nunca; no podía parar quieta, parecía que yo también estaba jugando con ellos… Tanto yo como mis amigas sentíamos las faltas de los holandeses como los sentían los jugadores de la selección. Veía como el tiempo iba pasando y aunque había alguna ocasión ninguna era gol. Nos veía en los penaltis y daba por perdida la oportunidad de ser campeones del mundo; pero de repente, minuto 116 y surgió el “Iniesta de mi vida” !! Creo que nunca he saltado tanto mientras gritaba GOOOOOOOOOL! Lo habíamos conseguido! El Mundial era nuestro! GRACIAS Iniesta, gracias selección por hacernos felices a tanta gente a la vez, por conseguir unir un país…GRACIAS.

Y claro, después de ver levantar a San Casillas la copa, había que celebrarlo. Salir a la calle y ver a mis padres, tíos, amigos, abuelos y vecinos...todos contentísimos, todos felices por lo que acabamos de lograr, simplemente era: emocionante; esa creo que era la palabra. Todo Corella (mi pueblo) estábamos en la calle, Corella se había teñido de rojo…solo se oían gritos de alegría, pitidos al estilo vuvuzela, las ya conocidas canciones como: Que viva España, Campeones, Waka waka y un largo etc. Y como una costumbre tipical spanish…a beber para celebrarlo! Parece que el mundo se había parado, nadie se daba cuenta que al día siguiente muchos tenían que trabajar…pero eso no importaba, el caso es que estábamos de celebración y lo demás ¿a quien le importaba? A nadie. Los bares se llenaron como nunca, todo el mundo llevaba una sonrisa en la cara y todo el mundo coreaba las mismas frases.

(Patricia y Rocío. Mundial 2010. 90enjuego)

Sin duda, un día que no olvidaremos jamás. El día en el que España se convertía por primera vez (y esperemos que no la última) en la campeona mundial de futbol. Por fin conseguimos nuestra estrellita encima del escudo.

Y hoy, un año después de aquel gran momento… sigo emocionándome al ver todas esas imágenes que nos recuerdan aquel día. Ahora toca la Eurocopa y luego otro mundial, pasando por las Olimpiadas…esperemos obtener más títulos y esperemos también que nosotras seamos las afortunadas de poder retransmitir dichos eventos.

Patricia.